CON LOS OJOS ABIERTOS

"El límite de mi mirada es el límite de mi mundo". Críticas, crónicas de festivales, programación de cineclubes y apuntes sobre cine.

martes, agosto 01, 2006

CINECLUB EN LA CUMBRE: PROGRAMACIÓN AGOSTO -SEPTIEMBRE 2006


CINECLUB CON LOS OJOS ABIERTOS EN LA CUMBRE / SALA LUIS BERTI, BELGRANO 470

Este bimestre no es menos ambicioso que los anteriores. Un estreno provincial: Cándido López, el necesario film de José Luis García, ganador del premio del público en la competencia oficial de Festival de Cine Independiente de Buenos Aires 2005; hasta ahora estrenado en el MALBA de Buenos Aires, y autorizado especialmente por García para ser exhibido en este cineclub. Además: Emiterio, el premiado cortometraje realizado en Córdoba; una retrospectiva con 5 cortometrajes de Peter Greenaway y el inicio del ciclo de Fassbinder. Y también la conmovedora Keane, la provocadora Batalla en el cielo, la perturbadora Buenos días, noche. Y lo último de Godard, Winterbottom y Wenders, sin dejar de nombrar esa obra maestra llamada Playtime de Jacques Tati (primera foto). Es decir: cine del mejor, del que no se estrena, del que no se consigue en los videoclubes, y el único que puede destituir el cinismo festejado masivamente por películas en la que se celebra la banalidad de unos bañeros infames que se burlan y subestiman la inteligencia popular. Bienvenidos al cine, bienvenidos al respeto por los espectadores todavía dispuestos a creer en el séptimo arte.
Roger Koza, programador.

Miércoles 2 de agosto a las 20.30hs:
Tristram Shandy: la historia del gallo y el toro, de M.Winterbottom, Reino Unido, 2005.
91 minutos / No recomendada para menores de 13 años.
FUNCIÓN ESPECIAL: 19.00hs: Nuestra música, de Jean-Luc Godard, Francia, 2004.
Esta adaptación cinematográfica del magistral libro acaso inadaptable La vida y las opiniones de Tristram Shandy de Laurence Sterne, ícono de la literatura anglosajona del siglo XVIII, es tan divertida e inteligente como 24 Party Hour People, película anterior del prolífico y versátil Michael Winterbottom. Más accesible y universal que aquel film sobre la historia de Manchester y su música de la década del 70, Tristram Shandy es más una película sobre una película que intenta adaptar un libro imposible de llevar al cine. El excelente comediante Steve Coogan es Tristram, su padre y él mismo, y su locuacidad sostiene el tono cómico y filosófico que define la identidad de la película. Tras una primera media hora brillante el resto del metraje quizás no contenga ni el ritmo, ni la sagacidad de su inicio, pero el film de Winterbottom está por encima de las comedias con piloto automático que pululan en cine contemporáneo. (RK)

Nuestra Música: El último film de Jean Luc Godard es uno de los más accesible del maestro suizo, acaso el cineasta más importante vivo en actualidad. Sin dudas el siglo XX es impensable sin el cine, o, dicho de otra manera, el cine es precisamente la condensación de lo más novedoso y singular del siglo pasado. Es Godard el mejor intérprete de dicha tesis, y en esta meditación sobre la guerra como práctica general de nuestra especie, precisa cinematográfica y filosóficamente cómo explorar y quizás contrarrestar el embrutecimiento colectivo a escala global. Divida en tres capítulos a la clásica usanza de la Divina Comedia de Dante, el film se centra en una conferencia sobre literatura organizada en Sarajevo en la que Godard es uno de los tantos oradores. Su lección sobre la diferencia entre texto e imagen, y su argumento respecto de que Israel es ficción y Palestina documental, son indiscutiblemente originales. Como siempre sobrevuela el humanismo del Otro hombre de pensador judío Levinas, aunque el sentido cómico de Godard, impropio de dicho filósofo, le permite imaginar un paraíso custodiado por policías militares estadounidenses. (RK)
AGRADECEMOS LA COPIA DE NUESTRA MÚSICA A JUAN JOSÉ GORRASURRETA, PROGRAMADOR DEL CINECLUB LA QUIMERA Y SUS COLABORADORES DEL CINECLUB EL AVISPÓN VERDE

Miércoles 9 de agosto a las 20.30hs:
Emiterio, de Diego Seppi y José Tabarelli, Argentina, 2006.
29 minutos / Apta para todo público.
*El director Diego Seppi estará presente en la función.
El premiado cortometraje documental de Diego Seppi y José Tabarelli es un ejemplo virtuoso de cómo evitar lo pintoresco y lo turístico a la hora de explorar un pueblo y una cultura periférica y lejana, en este caso característico del norte argentino. Emiterio Gutiérrez, un tejedor, además de coplero y animador (así denominan a quienes reemplazan a los curas en las misas) es el anfitrión de la mirada de los jóvenes realizadores, que en menos de 30 minutos logran capturar un estilo de vida sin adulterar su naturalidad. Estéticamente elegante y antropológicamente honesta, Emiterio, a través de un conjunto de panorámicas, planos medios y primeros planos, devela las coordenadas simbólicas y materiales de los pobladores de San Isidro, Iruya, cordillera Oriental Salteña. La copla, el tejido, el paganismo yuxtapuesto al cristianismo, las tecnologías pretéritas combinadas con tecnología de avanzada, la transmisión de saberes tradicionales no del todo integrados al sistema de educación estándar, son parte del descubrimiento de este film, cuya prolijidad formal está al servicio de una inquietud antropológica legítima. (RK)
SEGUIDO POR
Cándido López: los campos de batalla, de José Luis García, Argentina, 2005.
102 minutos / Apta para todo público.
“Hubo una vez en Sudamérica. Cuando los límites entre los países eran aun imprecisos. Una guerra que apenas figura en los libros de historia”. El consistente y necesario film de José Luis García -materializa en imágenes lo que el historiador Tulio Halperín Donghi denomina el orden poscolonial, es decir el período histórico en donde se constituyeron los Estados-Naciones del Sur de América Latina a mediados del siglo XIX. Y el medio de reconstrucción del tiempo pretérito es la pintura de Cándido López, el artista y militar manco que a través de sus cuadros registró la sangrienta guerra contra el Paraguay perpetrada por la Triple Alianza. García parece entender su película como un viaje exploratorio, aunque más apropiado sería pensar a Cándido López como un trabajo de arqueología simbólica. En efecto, en su periplo el joven realizador espiga entre los desechos de la historia y encuentra que el pasado todavía proyecta su herencia en el presente. El imperialismo, la deuda externa, los efectos del vetusto orden poscolonial siguen vigentes, cuyo ejemplo más evidente es la proscripción del guaraní como lengua oficial del Paraguay, medida tomada tras la derrota en 1870, cuya validez caducó en 1992, más de ciento veinte años después. Si los combatientes carecen de ojos en los cuadros de Cándido López, y solo los muertos tiene el derecho a poseer un rostro y una mirada, García les presta al espectador unos lentes poderosos para escrutar la historia que poco se sabe aunque muy a menudo se repite. (RK).
Miércoles 16 de agosto a las 20.30hs:
Buenas días, noche, de Marco Bellocchio, Italia, 2003.
105 minutos / No recomendada para menores de 13 años.
Variedades a las 20.10hs: Dear phone (1976) y Windows (1974), de Peter Greenaway, Reino Unido.
El lúcido director de La sonrisa de mi madre suspende su anticlericalismo cómico para explorar audazmente las contradicciones de la izquierda radical italiana de la década del ’70. El caso en cuestión: el secuestro y el posterior asesinato del primer ministro y líder del partido Demócrata Cristiano Aldo Moro, por parte de las Brigadas Rojas en 1978. Onírico y político, Bellocchio retrata una época, y elige el vínculo de la única mujer del grupo con el prestigioso mandatario para exigir coherencia en la militancia, sin eludir el interés legítimo de querer comprender la extraña fascinación experimentada frecuentemente entre secuestradores y rehenes. Absorbente, estimulante, Buenas días, noche es otra prueba de la estatura del realizador que en Italia, junto a Nanni Moretti, cree todavía en un cine capaz de movilizar el instinto utópico (RK)
Miércoles 23 de agosto a las 20.30hs:
Playtime, de Jacques Tati, Francia, 1967.
125 minutos / Apta para todo público.
Variedades a las 20.10hs: Intervals (1973) y H is for house (1976), de Peter Greenaway, Reino Unido.
Mi película favorita de todos los tiempos, esta comedia francesa de 1967 del director y actor Jacques Tati casi con certeza ostenta la puesta en escena más intrincada de la totalidad del cine. Esta versión restaurada, con sus cuatro canales de sonido DTS, expande las posibilidades de perderse en los planos de Tati para luego nuevamente reencontrarse. Su visión de Paris construida en estudio se inicia durante el día, una ciudad enloquecedora, regimentadas por líneas derechas y ángulos rectos hasta llegar a la noche en donde giros accidentales aunque celebratorios permiten que la gente pueda instintivamente encontrarse. El punto más alto es una extraordinaria secuencia, situada en un restaurante que paulatinamente se desintegra, que dura casi la mita del film: una vez que un par de músicos empiezan a actuar, la mirada del espectador sigue inevitablemente a los clientes en una especie de danza improvisada, recolectando y yuxtaponiendo detalles y situaciones cómicas y simultáneas. Los años pasan y la película todavía me enseña a entender específicamente cómo vivir en las ciudades, cómo comprender conjuntos de signos visuales y auditivos disconexos aquí orquestados y agrupados cómicamente. En este paisaje de alienación cualquiera es un turista, pero Tati sugiere que una vez que nos podemos encontrar unos con otros, nos pertenecemos. (Jonathan Rosenbaum, Chicago Reader).
Miércoles 30 de agosto a las 20.30hs:
Keane, de Lodge Kerrigan, EE.UU., 2005.
90 minutos / No recomendada para menores de 18 años.
Variedades a las 20.10hs: Water Wrackets, de Peter Greenaway, Reino Unido, 1978.
Después de Rosetta, de los hermanos Dardenne, Keane debe ser una de las pocas películas cuya historia mínima aunque vital y drásticamente humana impacta sensorial y físicamente en el espectador. Este tour de force dirigido por Lodge Kerrigan sigue en un primer plano casi constante la desesperación de un padre que ha perdido a su hija. Una y otra vez visita la estación en donde quizás fue secuestrada, aunque su desequilibrio psíquico puede sugerir también que su trauma pueda responder a una alucinación. Si el trauma por definición es la incapacidad de incorporar un evento doloroso a la propia historia de vida, Keane materializa magistralmente tal axioma, y ello se debe en cierta medida a la interpretación superlativa del ignoto Damian Lewis, cuya labor está por encima de las monerías y caracterizaciones de los últimos ganadores masculinos de Oscars. (RK)
Miércoles 6 de septiembre a las 20.30hs:
Ebrio de mujeres y pintura, de Im kwon-taek, Corea del Sur, 2002
Duración: 117 minutos / No recomendada para menores de 13 años.
Variedades a las 20.10hs: Una vida afortunada, de Alexander Sokurov, Rusia, 1996.
El veterano realizador Im kwon-taek ganó por esta película el premio a la mejor dirección en el festival de Cannes del 2002, y no es difícil entender por qué. Este biopic sobre la vida del artista plástico Jang Seung Up posee la suficiente maestría para apropiarse de una técnica excelsa de pintura y traducirla en imágenes, sin abandonar el contexto social y político en el que éste vivió: la Corea del siglo XIX, disputada por chinos y japoneses, gobernada por facciones conservadoras vernáculas. Jang fue un iconoclasta, cuya debilidad por las mujeres y el alcohol, y su total irreverencia respecto de las autoridades políticas y artísticas, además de sus orígenes humildes, le valió una reputación paradójica no exenta de admiradores y detractores. Misteriosamente, este lejano “pariente” de Jackson Pollock desapareció a los 54 años, aunque su obra permanece como un hito de la pintura oriental. Esta es una de las películas en donde la belleza gobierna, y en la que se recuerda por cada fotograma el sentido del arte popular: regalar consuelo a quienes no tienen tiempo para producir hermosura. (RK)
Miércoles 13 de septiembre a las 20.30hs:
Tierra de abundancia, de Win Wenders, EE.UU.-Alemania, 2005.
123 minutos / No recomendada para menores de 13 años.
Ciclo de cine experimental a las 19.10hs: Nubes, de Marion Hänsel, Bélgica, 2001.
A cinco años del atentado de las torres gemelas, Hollywood ya decretó el fin de una interdicción: representar cinematográficamente el desastre, de lo que se predica un supuesto final de una etapa del Capitalismo global. Y mientras varios blockbusters patrióticos esperan por inmortalizar una lectura de la catástrofe, el desapercibido film del católico de izquierdas Wenders logra capturar el mayor impacto posterior al 11 de septiembre: la alteración colectiva del psiquismo de una nación, sus efectos sobre la conducta cívica y política. Al menos esta historia menor que involucra el reencuentro de una joven misionera cristiana con su tío, excombatiente de Vietnam, funciona como una gran alegoría de un país, muy lejos de su tradición libertaria y democrática, y muy cerca de una difusa dictadura administrada a través de una política del miedo infinito. (RK)

Nubes: A mitad de camino entre la obra maestra de James Benning, Diez cielos y uno de los tantos ensayos cinematográficos naturalistas nueva era de la década de los ’80, en la tradición de Koyaanisqatsi, este film sobre nubes de todo tipo está matizado por un conjunto de cartas (leídas en esta versión por Charlotte Rampling) de una madre a su hijo. Finalmente, el ingenioso deseo de entender la volatilidad de las nubes como un acertijo existencial que refleja la impermanencia de la vida como tal, incluye una exploración menor sobre la pintura no exenta de interés estético, aunque Hánsel, inteligentemente, no impone un sumo y numinoso artífice respecto de la belleza pluralista de las nubes. El cielo es una creación sin creadores, un puro devenir de formas y colores independientes de leyes que lo gobiernen. Las nubes como pintura del azar, como arte involuntario de la atmósfera. (RK)
AGRADECEMOS LA COPIA DE NUBES A LOS MIEMBROS DE LA REVISTA KANE

Miércoles 20 de septiembre a las 20.30hs:
Batalla en el cielo, de Carlos Reygadas, México, 2004.
94 minutos / No recomendada para menores de 18 años.
Variedades a las 19.45 hs: mediometraje sobre Werner Fassbinder, seguido de entrevista a Win Wenders sobre Tierra de abundancia.

La película del mejicano Carlos Reygadas abrió el penúltimo festival de Cannes, y desde ya fue un escándalo: sexo, paganismo, cristianismo, rencor de clase, todo ello concatenado en un film en donde el chofer casado de un general mantiene un secreto amor por la hija de su patrón, quien a su vez se prostituye por diversión. Así descrito puede parecer un banal melodrama, pero Reygadas es un realizador prodigioso, y transforma este material en un ensayo poético y filosófico sobre las pulsiones del cuerpo y la codificación del mismo en la tradición cristiana. Los planos secuencias y el trabajo sobre la banda de sonido confirman la idoneidad y el rigor del director de Japón, cuyo cine todavía está en un período de evolución. (RK)
* Batalla en el cielo contiene escenas de sexo explícito que pueden dañar la sensibilidad del espectador.

Miércoles 27 de septiembre a las 20.30hs:
Todos amamos a Alí, de Werner Fassbinder, Alemania, 1979.
93 minutos / No recomendada para menores de 13 años.
Variedades a las 20.10hs: El pequeño caos, de Werner Fassbinder, Alemania, 1963.
Rainer Werner Fassbinder se apropia del melodrama hollywodense All That Heaven Allows, de Douglas Sirk y lo lleva más allá de su límite: se convierte en un romance de mayo a diciembre entre un trabajador marroquí y una mujer mayor que trabaja como limpiadora. El estilo visual es casi enteramente el de Sirk, pues enfatiza artificial y festivamente los colores primarios y aprisiona cada plano en el siguiente, aunque el distante, desecado, aunque finalmente apasionado estilo interpretativo es puro Fassbinder. Este film de 1974 se mantiene como uno de sus logros más enérgicos, situado entre sus austeras películas de bajo presupuesto y el manierismo de su último período. (Dave Kehr, Chicago Reader).

Agradecemos especialmente a la Municipalidad de La Cumbre, a su intente Carlos Engel y a la secretaria de turismo, Marcela Medo. También nuestro reconocimiento a Lucy Pravia, Viviana Ollua, Leo Menna y Carolina Araya por la ayuda constante en llevar adelante este emprendimiento cultural.