CON LOS OJOS ABIERTOS

"El límite de mi mirada es el límite de mi mundo". Críticas, crónicas de festivales, programación de cineclubes y apuntes sobre cine.

lunes, agosto 07, 2006

CINECLUB CON LOS OJOS ABIERTOS: CAPILLA DEL MONTE AGOSTO-NOVIEMBRE 2006

SALA POETA LEOPOLDO LUGONES, DEÁN FUNES 536

Este segundo cuatrimestre cinematográfico no es menos ambicioso que el precedente. Un estreno provincial: Cándido López, el necesario film de José Luis García, ganador del premio del público en la competencia oficial de Festival de Cine Independiente de Buenos Aires 2005; hasta ahora estrenado en el MALBA de Buenos Aires, y autorizado especialmente por García para ser exhibido en este cineclub. Además: Emiterio, el premiado cortometraje realizado en Córdoba; una retrospectiva mínima con 5 cortometrajes de Peter Greenaway. Y también la conmovedora Keane, la provocadora Conspiradores del placer, la perturbadora Buenos días, noche. Y lo último e inédito de Kiarostami, Winterbottom y Wenders, sin dejar de nombrar esa obra maestra llamada Playtime de Jacques Tati. Es decir: cine del mejor, del que no se estrena, del que no se consigue en los videoclubes, y el único que puede destituir el cinismo festejado masivamente por películas en la que se celebra la banalidad de unos bañeros infames que se burlan y subestiman la inteligencia popular. Bienvenidos al cine, bienvenidos al respeto por los espectadores todavía dispuestos a creer en el séptimo arte.
Roger Koza, programador.

Martes 8 de agosto a las 21.00hs:
Emiterio, de Diego Seppi y José Tabarelli, Argentina, 2006.
29 minutos / Apta para todo público.
*El director Diego Seppi estará presente en la función.
El premiado cortometraje documental de Diego Seppi y José Tabarelli es un ejemplo virtuoso de cómo evitar lo pintoresco y lo turístico a la hora de explorar un pueblo y una cultura periférica y lejana, en este caso característico del norte argentino. Emiterio Gutiérrez, un tejedor, además de coplero y animador (así denominan a quienes reemplazan a los curas en las misas) es el anfitrión de la mirada de los jóvenes realizadores, que en menos de 30 minutos logran capturar un estilo de vida sin adulterar su naturalidad. Estéticamente elegante y antropológicamente honesta, Emiterio, a través de un conjunto de panorámicas, planos medios y primeros planos, devela las coordenadas simbólicas y materiales de los pobladores de San Isidro, Iruya, cordillera Oriental Salteña. La copla, el tejido, el paganismo yuxtapuesto al cristianismo, las tecnologías pretéritas combinadas con tecnología de avanzada, la transmisión de saberes tradicionales no del todo integrados al sistema de educación estándar, son parte del descubrimiento de este film, cuya prolijidad formal está al servicio de una inquietud antropológica legítima. (RK)
Seguido de
Cándido López: los campos de batalla, de José Luis García, Argentina, 2005.
102 minutos / Apta para todo público.
“Hubo una vez en Sudamérica. Cuando los límites entre los países eran aun imprecisos. Una guerra que apenas figura en los libros de historia”. El consistente y necesario film de José Luis García materializa en imágenes lo que el historiador Tulio Halperín Donghi denomina el orden poscolonial, es decir el período histórico en donde se constituyeron los Estados-Naciones del Sur de América Latina a mediados del siglo XIX. Y el medio de reconstrucción del tiempo pretérito es la pintura de Cándido López, el artista y militar manco que a través de sus cuadros registró la sangrienta guerra contra el Paraguay perpetrada por la Triple Alianza. García parece entender su película como un viaje exploratorio, aunque más apropiado sería pensar a Cándido López como un trabajo de arqueología simbólica. En efecto, en su periplo el joven realizador espiga entre los desechos de la historia y encuentra que el pasado todavía proyecta su herencia en el presente. El imperialismo, la deuda externa, los efectos del vetusto orden poscolonial siguen vigentes, cuyo ejemplo más evidente es la proscripción del guaraní como lengua oficial del Paraguay, medida tomada tras la derrota en 1870, cuya validez caducó en 1992, más de ciento veinte años después. Si los combatientes carecen de ojos en los cuadros de Cándido López, y solo los muertos tiene el derecho a poseer un rostro y una mirada, García les presta al espectador unos lentes poderosos para escrutar la historia que poco se sabe aunque muy a menudo se repite. (RK).
Martes 15 de agosto a las 21.00hs:
Yo y vos y toda la gente que conocemos, de Miranda July, EE.UU., 2005.
91 minutos / No recomendada para menores de 16 años.
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Pequeño Caos, de R.W. Fassbiinder, Alemania, 1966.
Recientemente exhibida en el BAFICI, la opera prima de Miranda July, que además escribió el guión e interpretó a uno de los personajes del film, es una auténtica comedia de cine independiente estadounidense con todos los temas tan caros y propios del género (familias disfuncionales, la incomunicación social, el sexo como último refugio del sinsentido, la mediocridad de la vida suburbana) aunque desprovista del cinismo y posmodernismo chato del indie. July está en las antípodas del cine de Solondz, por ejemplo. En efecto, Yo y vos y toda la gente que conocemos, destila ternura por todos sus personajes, sin dejar de postular una defensa irrestricta por el derecho a la excentricidad. Lo que une a un padre recién separado y sus dos hijos, una videoartista que trabaja como chofer de ancianos, unas adolescentes vírgenes, una solterona directora de un museo, es, precisamente, una visión utópica y transgeneracional sobre la libertad, bien correspondida por la estética del film, despojada y desmarcada de todos los convencionalismos característicos del cine hollywoodense. (RK)
Martes 22 de agosto a las 21.00hs:
La toma, de Avis Lewis, Canadá, 2004
87 minutos / Apta para todo público
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Hanoi, Martes 13, de Santiago Alvarez, Cuba, 1967.
La opera prima de Avis Lewis, escrita por su mujer Naomi Klein, autora del best-seller antiglobalización No logo, es menos agudo e intelectualmente poderoso que aquel libro pero posee la virtud de sintetizarlo e incluso insinuar un concreto pasaje a la acción capaz de contrarrestar la injusticia y “natural” evolución del Capitalismo. Por supuesto, el programa de acción que se ve en La Toma no es suficiente mas constituye un inicio. El punto de partida es el proceso por el cual una gran cantidad de obreros argentinos, perplejos y desesperanzados tras el cierre de cientos de fábricas, deciden tomarlas para recuperarlas demostrando que todavía son productivas. Si bien hay más de 200 casos en el país, Lewis muestra con detenimiento la historia de Forja San Martín, sin dejar de atender ejemplos paradigmáticos como el de las empresas Zanon y Bruckner. Como Lewis y Klein lo señalan, el camino tomado por los obreros bien puede ser catalogado como robo, aunque como insisten los protagonistas el procedimiento elegido podría significarse de otro modo: expropiación. Lo que está en juego es el viejo concepto marxista sobre el control de los medios de producción, y, por extensión, se predica una crítica sobre el concepto mismo de propiedad privada. Argentina, símbolo de los noventa de la política económica dictada por el FMI, como se sabe, llegó a ser paradójicamente la refutación más acabada de tal concepción ante el colapso de fines del 2001. Este es el contexto del film, aunque Lewis vincula tales acontecimientos con el zeitgeist político planetario de principio del milenio: la resistencia contra la globalización, ese impreciso y difuso movimiento que va más allá de la lucha de clases. La toma es, como la propia Klein sostiene en algún pasaje del making of de la película, un poco candorosa si se analiza el panorama político contemporáneo. Sin embargo, su autenticidad es inobjetable y su poder inspirador es incuestionable. Conmovedora y necesaria, La toma es una excelente introducción para radicalizar la imperfecta aunque loable invención griega conocida como democracia. (RK)
Martes 29 de agosto a las 21.00hs:
El viento nos llevará, Abbas Kiarostami, Irán, 1999.
120 minutos / Apta para todo público.
Antes de la película principal se proyectará El día del estreno de Primer plano, de Nani Moretti, Italia, 1992.
El viento nos llevará, otra obra maestra del iraní Abbas Kiartostami, film que transcurre en una aldea de Kurdistán, consigue extraer de la singularidad de esta comunidad y su cultura una suma de tópicos universales que sirven como un espejo viviente de la humanidad. El minimalismo de su historia, un hombre -quizás ingeniero, quizás cineasta aunque también periodista- tiene que esperar un evento único y propio de esa cultura; ello está relacionado con la muerte de una anciana y su concomitante ceremonia. Mientras él y el grupo de asistentes que lo acompañan (a quienes escuchamos pero jamás vemos) esperan, Kiarostami descubre un pueblo, sus costumbres y estilos de vida. Como en otros films del realizador se puede constatar una sensibilidad ética y política reflejada habitualmente en la relación que se establece entre personajes de clase media intelectual de Teherán y gente perteneciente a la clase trabajadora, por lo general, campesinos. Aquí, el pueblo es una metáfora del mundo y su diversidad, en donde ciertos contrastes estructurales como la tensión y oposición entre lo sagrado y lo profano, lo banal y lo sublime, lo singular y lo universal encuentran una expresión directa y particular. El viento nos llevará es una extensa poesía visual acerca de la impermanencia de los objetos y los sujetos, una meditación no desprovista de humor y suspenso (el film posee el mejor gag cinematográfico sobre los teléfonos celulares, y la construcción de su trama no está muy lejos del suspenso hitchcockteano) sobre el mundo en el que vivimos, aún cuando la comunidad retratada sea un exponente del supuesto “eje del mal”. No se exagera si se afirma que el cine iraní se define por una ética y un humanismo casi extintos en otras cinematografías, cuyas bases transcienden los versos del Corán y la confusa situación política del país. (RK)
Martes 5 de septiembre a las 21.00hs:
Tristram Shandy: la historia del gallo y el toro, de M.Winterbottom, Reino Unido, 2005.
91 minutos / No recomendada para menores de 13 años.
Antes de la película principal se proyectará el pasaje titulado Primos, perteneciente a la película Cafés y cigarrillos, de Jim Jarmusch, protagonizado por Steve Coogan y Alfred Molina.
Esta adaptación cinematográfica del magistral libro acaso inadaptable La vida y las opiniones de Tristram Shandy de Laurence Sterne, ícono de la literatura anglosajona del siglo XVIII, es tan divertida e inteligente como 24 Party Hour People, película anterior del prolífico y versátil Michael Winterbottom. Más accesible y universal que aquel film sobre la historia de Manchester y su música de la década del 70, Tristram Shandy es más una película sobre una película que intenta adaptar un libro imposible de llevar al cine. El excelente comediante Steve Coogan es Tristram, su padre y él mismo, y su locuacidad sostiene el tono cómico y filosófico que define la identidad de la película. Tras una primera media hora brillante el resto del metraje quizás no contenga ni el ritmo, ni la sagacidad de su inicio, pero el film de Winterbottom está por encima de las comedias con piloto automático que pululan en cine contemporáneo. (RK)
Martes 12 de septiembre a las 21.00hs:
Tierra de abundancia, de Win Wenders, EE.UU.-Alemania, 2005.
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Copyshop, de Virgil Widrich, Austria, 2001.
A cinco años del atentado de las torres gemelas, Hollywood ya decretó el fin de una interdicción: representar cinematográficamente el desastre, de lo que se predica un supuesto final de una etapa del Capitalismo global. Y mientras varios blockbusters patrióticos esperan por inmortalizar una lectura de la catástrofe, el desapercibido film del católico de izquierdas Wenders logra capturar el mayor impacto posterior al 11 de septiembre: la alteración colectiva del psiquismo de una nación, sus efectos sobre la conducta cívica y política. Al menos esta historia menor que involucra el reencuentro de una joven misionera cristiana con su tío, excombatiente de Vietnam, funciona como una gran alegoría de un país, muy lejos de su tradición libertaria y democrática, y muy cerca de una difusa dictadura administrada a través de una política del miedo infinito. (RK)
Martes 19 de septiembre a las 21.00hs:
Ebrio de mujeres y pintura, de Im kwon-taek Corea del Sur, 2002
117 minutos / No recomendada para menores de 13 años.
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Una vida afortunada, de Alexander Sokurov, Rusia, 1996.

El veterano realizador Im kwon-taek ganó por esta película el premio a la mejor dirección en el festival de Cannes del 2002, y no es difícil entender por qué. Este biopic sobre la vida del artista plástico Jang Seung Up posee la suficiente maestría para apropiarse de una técnica excelsa de pintura y traducirla en imágenes, sin abandonar el contexto social y político en el que éste vivió: la Corea del siglo XIX, disputada por chinos y japoneses, gobernada por facciones conservadoras vernáculas. Jang fue un iconoclasta, cuya debilidad por las mujeres y el alcohol, y su total irreverencia respecto de las autoridades políticas y artísticas, además de sus orígenes humildes, le valió una reputación paradójica no exenta de admiradores y detractores. Misteriosamente, este lejano “pariente” de Jackson Pollock desapareció a los 54 años, aunque su obra permanece como un hito de la pintura oriental. Esta es una de las películas en donde la belleza gobierna, y en la que se recuerda por cada fotograma el sentido del arte popular: regalar consuelo a quienes no tienen tiempo para producir hermosura. (RK)
Martes 26 de septiembre a las 21.00hs:
Keane, de Lodge Kerrigan, EE.UU., 2005.
90 minutos / No recomendada para menores de 18 años.
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Water Wrackets, de Peter Greenaway, Reino Unido, 1978.
Después de Rosetta, de los hermanos Dardenne, Keane debe ser una de las pocas películas cuya historia mínima aunque vital y drásticamente humana impacta sensorial y físicamente en el espectador. Este tour de force dirigido por Lodge Kerrigan sigue en un primer plano casi constante la desesperación de un padre que ha perdido a su hija. Una y otra vez visita la estación en donde quizás fue secuestrada, aunque su desequilibrio psíquico puede sugerir también que su trauma pueda responder a una alucinación. Si el trauma por definición es la incapacidad de incorporar un evento doloroso a la propia historia de vida, Keane materializa magistralmente tal axioma, y ello se debe en cierta medida a la interpretación superlativa del ignoto Damian Lewis, cuya labor está por encima de las monerías y caracterizaciones de los últimos ganadores masculinos de Oscars. (RK)
Martes 3 de octubre a las 21.00hs:
Playtime, de Jacques Tati, Francia, 1967.
125 minutos / Apta para todo público.
Variedades a las 20.10hs: Intervals (1973) y H is for house (1976), de Peter Greenaway, Reino Unido.
Mi película favorita de todos los tiempos, esta comedia francesa de 1967 del director y actor Jacques Tati casi con certeza ostenta la puesta en escena más intrincada de la totalidad del cine. Esta versión restaurada, con sus cuatro canales de sonido DTS, expande las posibilidades de perderse en los planos de Tati para luego nuevamente reencontrarse. Su visión de Paris construida en estudio se inicia durante el día, una ciudad enloquecedora, regimentadas por líneas derechas y ángulos rectos hasta llegar a la noche en donde giros accidentales aunque celebratorios permiten que la gente pueda instintivamente encontrarse. El punto más alto es una extraordinaria secuencia, situada en un restaurante que paulatinamente se desintegra, que dura casi la mita del film: una vez que un par de músicos empiezan a actuar, la mirada del espectador sigue inevitablemente a los clientes en una especie de danza improvisada, recolectando y yuxtaponiendo detalles y situaciones cómicas y simultáneas. Los años pasan y la película todavía me enseña a entender específicamente cómo vivir en las ciudades, cómo comprender conjuntos de signos visuales y auditivos disconexos aquí orquestados y agrupados cómicamente. En este paisaje de alienación cualquiera es un turista, pero Tati sugiere que una vez que nos podemos encontrar unos con otros, nos pertenecemos. (Jonathan Rosenbaum, Chicago Reader).
Martes 10 de octubre a las 21.00hs:
Walt Mart, el alto costo de los precios más bajos, de Robert Greenwald, EE.UU., 2005.
93 minutos / Apta para todo público
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Comida, de Jan Svankmajer, República Checa, 1991.
Este documental sobre la explotación sistematizada de la empresa Wal Mart es consistente y metódico. Greenwald como cineasta es tan rudimentario y honesto como Michael Moore, pero carece del narcisismo (y el humor) de este último. Su película permite ver cómo funciona estructuralmente el negocio del precio más bajo y su filiación ideológica, que afecta tanto a simpatizantes de la derecha como de la izquierda, como a empleados de Estados Unidos, China y Honduras (lamentablemente, el film no tiene en cuenta a las filiales argentinas, aunque no es muy difícil imaginar qué puede ocurrirle a un cajero de Wal Mart en nuestro país). No hay duda que el nuevo villano cinematográfico es la corporación como institución. La exposición de este caso abyecto y obsceno debería detener ese acto inconsciente y político de ir de compras a estos engendros concebidos para la exterminación de cualquier economía a escala humana. (RK)
Martes 17 de octubre a las 21.00hs:
Buenas días, noche, de Marco Bellocchio, Italia, 2003.
105 minutos / No recomendada para menores de 13 años.
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Hasta la victoria siempre, Santiago Alvarez, Cuba, 1969.
El lúcido director de La sonrisa de mi madre suspende su anticlericalismo cómico para explorar audazmente las contradicciones de la izquierda radical italiana de la década del ’70. El caso en cuestión: el secuestro y el posterior asesinato del primer ministro y líder del partido Demócrata Cristiano Aldo Moro, por parte de las Brigadas Rojas en 1978. Onírico y político, Bellocchio retrata una época, y elige el vínculo de la única mujer del grupo con el prestigioso mandatario para exigir coherencia en la militancia, sin eludir el interés legítimo de querer comprender la extraña fascinación experimentada frecuentemente entre secuestradores y rehenes. Absorbente, estimulante, Buenas días, noche es otra prueba de la estatura del realizador que en Italia, junto a Nanni Moretti, cree todavía en un cine capaz de movilizar el instinto utópico (RK)
Martes 24 de octubre a las 21.00hs:
Conspiradores de placer, Jan Svankmajer, República Checa, 1996
83 minutos / No recomendada para menores de 18 años.
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Dear phone (1976) y Windows (1974), de Peter Greenaway, Reino Unido.
El maestro de animación del surrealismo checo dedica una película entera a legitimar la heterodoxia más delirante sobre los placeres corporales, y no tiene obstáculos moralistas a la hora de imaginar los métodos y prácticas de estos conspiradores. Un conjunto de personajes, fetichistas, sádicos, masoquistas y fóbicos, exploran cómo resolver los requerimientos propios de sus múltiples fantasías. Así dicho, el film puede parecer una apología digna de degenerados, pero la maestría de Svanjmayer, inspirado en Ernst, Buñuel, Freud y el Marques de Sade, se verifica en dotar de humanidad a sus personajes, siendo el humor y no la obscenidad, el modo elegido para contar esta historia que carece diálogos aunque pletórica de significados. Entre planos detalles, técnicas de animación y de marionetas, más una concepción elaborada de la banda de sonido, Svankmajer demuestra un conocimiento acabado de lenguaje cinematográfico, aquí al servicio de la libertad de sus personajes como el de su público. (RK)
Martes 31 de octubre a las 21.00hs:
Moloch, de Alexander Sokurov, Rusia, 2003.
94 minutos / No recomendada para menores de 13 años.
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Naturaleza viva, de Mónica Silberstein y Andrés Morales, Argentina, 2005.
*La directora Mónica Silberstein estará presente en la función.
La película más progresista de Sokurov resulta ser también la menos abstracta, aunque su admirable propensión en convertir el cine en pintura en movimiento sigue presente. Después de los acordes de Parsifal de Wagner, contemplar a Eva Braun desnuda bailando por los recovecos de un castillo de fin de semana, bien sugiere la estética de Leni Riefensthal, la cineasta del führer. Puede parecer paradisíaco, aunque quienes descansan en la mansión son los ciudadanos ejemplares de la ignominia y la más alta estirpe de la crueldad. Es 1942. Hitler, Adi, le llama Eva, Goebbels y su mujer, y otros miembros del partido nazi, son los personajes patéticos de este primer episodio de una trilogía destinada a retratar dictadores del siglo XX. El Hitler de Sokurov es, esencialmente, banal y delirante, a tal punto que en sus meditaciones caprichosas roza con la caricatura chaplinesca, aunque aquí la locura del dictador vegetariano alcanza una dimensión física. Moloch está construida como si su estética fuera en sí la representación material del psiquismo caótico y distorsionado de Hitler, sin por ello renunciar también a componer escenas que bien compiten con un cuadro de Rembrandt o Friedrich. (RK)
Martes 7 de noviembre a las 20.45hs:
ABC Africa, de Abbas Kiarostami, Irán, 2001.
83 minutos / Apta para todo público.
Antes de la película principal se proyectará el mediotraje Kiarostami,
La película más accesible de Kiarostami hasta la fecha, aunque algunos han huido debido a su tema (injustificadamente en mi opinión): miles de niños de Uganda que han quedado huérfanos por el SIDA. De hecho, la mayor parte de este documental del 2001 realizado en video digital se circunscribe a mostrar a estos niños cantando y bailando. Pero una breve escena en un hospital y algunas entrevistas nos informan sobre los hechos atroces que necesitamos saber, mientras que la segunda parte de la película va más allá del documental convencional para convertirse en la típica indagación filosófica propia de Kiarostami. Una escena que transcurre en total oscuridad remite a El sabor de la cereza y Al viento nos llevará, y otro set instalado en una casa en ruinas mientras llueve es tan agradable como cualquier escena de Y la vida continúa. Como la mayor parte de la obra madura del Kiarostami, este film se centra en tópicos que conciernen a la interacción entre un director de cine consagrado y la gente humilde, sin dejar de expresar admiración por la capacidad de resiliencia de quienes viven con muy poco. (JR)
Martes 14 de noviembre a las 21.00hs:
Película sorpresa: ¿una sobre Bukowski con Matt Dillon? ¿Shara, de Kawase, quizás la mejor película japonesa de esta década? (Foto) ¿Un film tailandés, chamánico y ultramoderno? ¿La vida del Dalai Lama vista por Scorsese?

Agradecemos especialmente a la Municipalidad de Capilla del Monte, en especial al Sr. Sergio Luziani, director del área de cultura, cuya amabilidad e interés permiten que el cineclub Con los ojos abiertos funcione en la sala poeta Leopoldo Lugones de Capilla del Monte.

Bono contribución: 3 pesos

TODAS LAS PELÍCULAS SE EXHIBEN EN FORMATO DVD

2 Comments:

Blogger mirtha lucía said...

Hola Roger Alan Koza:

Te felicito por tu blog y por todo tu accionar en el Valle de Punilla. Suerte en la TV.

6:43 p. m.  
Blogger che hermanita said...

Ro, soy Leslie de Warren Wilson. ¿Eres el mismo de los tiempos de Luisito? La conexión de siempre continúa. Hay tanto que contar. Vivo en Turquía. Si eres tú, hazme saber cómo contactarme contigo por medio de email.
Te saludo
Leslie

5:10 a. m.  

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