CON LOS OJOS ABIERTOS

"El límite de mi mirada es el límite de mi mundo". Críticas, crónicas de festivales, programación de cineclubes y apuntes sobre cine.

martes, octubre 03, 2006

CINECLUB LA CUMBRE: OCTUBRE

Miércoles 4 de octubre a las 20.30hs:
Papá, de Maurice Barthelemy, Francia, 2005.
80 minutos / Apta para todo público.
Variedades a las 20.25hs: Vincent, de Tim Burton, EE.UU., 1983.

Este road movie filial que recorre distintos puntos rurales de Francia es un viaje literalmente lineal al hogar, aunque lo que verdaderamente importa no es tanto el periplo sino la transformación espiritual de quienes están de viaje, un padre y su hijo pequeño. Elegante y elíptica, este film no exento de humor y de una sensibilidad exquisita, no deja de poseer un secreto, uno que se devela casi al concluir la travesía, y que coincide con la sanación de los personajes. Un film aparentemente menor, y con una interpretación evidentemente mayor: la de Alain Chabat como el padre. (Roger Koza)

Miércoles 11 de octubre a las 20.30hs:
Agua, de Deepa Mehta, India, 2005.
117 minutos / No recomendada para menores de 13 años.
Variedades a las 20.25hs: Vincent, de Tim Burton, EE.UU., 1983.

La tercera no fue la vencida. Agua es él ultimo film de la trilogía de los elementos (Fuego, 1996; Tierra, 1998), películas de resistencia política y feminista contra el poder teológico hindú todavía vigente en la India contemporánea, esencialmente falocrático (de hecho, un grupo de fundamentalistas hindúes quemó literalmente el set de filmación atrasando por un par de años la finalización del film). Aquí se trata de cuestionar el destino de las viudas (niñas, jóvenes o viejas), cuya única opción, si no han de aceptar perecer con el cónyuge difunto, es vivir condenadas al encierro comunitario, acaso como espíritus en penitencia eterna con la cuestionable esperanza de reencarnar en un cuerpo masculino o simplemente liberarse de la rueda del Karma. Cuando el esposo todavía desconocido de una niña de 8 años muere repentinamente, la pequeña es enviada a un ashram de viudas en la ciudad sagrada de Varanasi. Allí conoce a otras mujeres en circunstancias similares, simpatizando especialmente con una bellísima viuda que se enamora de un joven progresista. El film transcurre a mediados de la década del 30 del siglo XX, momento en el que el modernismo de Gandhi no solo repelía al imperialismo inglés sino también al fundamentalismo religioso imperante en la India. Mehta elige un tiempo pretérito, pero su denuncia todavía es pertinente para el presente: detrás del discurso religioso hay siempre un interés económico. Y si bien Agua tiene una agenda política clara, su propuesta cinematográfica, sin apelar a un sentimentalismo kitsch y un exotismo de exportación, no reniega ni del placer visual, ni evita escenas de legítima felicidad, que compensan el fondo dramático de su trama. (RK)

Miércoles 18 de octubre a las 20.30hs:
Las vacaciones del Señor Hulot, de Jacques Tati, Francia, 1953.
86 minutos / Apta para todo público.
FUNCIÓN ESPECIAL DE CICLO DE CINE EXPERIMENTAL: 19.00hs: La libertad, de Sharunas Bartas, Lituania, 2000.

Dice Bazin, a propósito de Hulot, una encarnación metafísica del desorden: “Su personaje afirma, contra la imbecilidad del mundo, una informalidad incorregible; él es la demostración de que lo imprevisto siempre puede sobrevivir y perturbar el orden de los imbéciles, transformando un neumático en una corona funeraria y un entierro en una placentera excursión”. Esta pieza de música concreta, al menos la concepción general del sonido del film así lo sugiere, es tá compuesta por un conjunto de gags y secuencias en donde un involuntario y travieso Hulot, siempre en secreta complicidad con los niños, va desbaratando el descanso de los turistas en una zona de vacaciones. Tati, aquí ya preanuncia una concepción compleja del cine, una que es fundamentalmente imagen y sonido, en donde el diálogo y lo narrativo pertenecen a un segundo plano, siendo además este film de 1953 un adelanto y un bosquejo de esa obra maestra llamada Playtime. (RK)
Sobre La libertad:
En una entrevista con Jean Michel Frodon, Bartas sentenció: “las palabras parasitan las imágenes”. En efecto, el cine de Bartas es sonido e imagen, también silencio, oscuridad y luz, desprovisto de diálogos, sin un fin narrativo específico, acaso una propuesta sensorial y negativamente mística. El cine de Bartas también como testimonio del pesimismo poscomunista del Este, lejos del consuelo de la igualdad entre los hombres y de la ya desencantada promesa de una nueva libertad. Este filme del 2000 sobre unos traficantes varados en la costa occidental de Marruecos, tras un fallido viaje ilegal en el mar, condensa el estilo minimalista de su obra. Predominio de planos generales, ocasionales primeros planos de rostros entristecidos y curtidos, una compleja noción y utilización del sonido aplicado al fuera de campo, y una cámara fija que espera por el movimiento en el plano. El mar y el desierto, esos espacios más allá de lo civilizatorio, definen, paradójicamente, el título da la película, pues si los hombres no se igualan a las gaviotas, los cangrejos, las moscas, las lagartijas, es decir en la medida que no reduzcan la conciencia humana a una condición esencialmente animal, habrá sufrimiento. El fin del nihilismo es el fin del hombre, o dicho de otro modo: las palabras parasitan la libertad”. (RK).
Agradecemos por la copia del film de Bartas al Sr. Juan José Gorrasurreta, Cineclub La Quimera y los chicos del cineclub El avispón verde.

Miércoles 25 de octubre a las 20.30hs:
Las amargas lágrimas de Petra Kant, de Raine W. Fassbinder, Alemania, 1972., Francia, 1967.
125 minutos / No recomendada para menores de 13 años.
FUNCIÓN ESPECIAL: 18.30HS: La ley del más fuerte, de Rainer W. Fassbinder, Alemania, 1975.
Un triángulo amoroso lésbico que se convierte
en un esquema sexual de poder es el tema de la película más estilizada y significativa de Rainer Werner Fassbinder. La acción se circunscribe a un solo set, el departamento de una diseñadora de moda, Margit Carstenses, cuyo hogar está decorado con maniquíes disecados y una pintura significativamente extraña, en donde los tres personajes (uno de ellos mudo) se intrigan, se cuestionan y se intentan seducir. (Dave Kehr, Chicago Reader)
Sobre: La ley del más fuerte: Fassbinder, en su único papel protagónico en una de sus películas, interpreta a Fox, un reciente desempleado. Trabajando dentro del marco del melodrama hollywoodense (aunque la película está parcialmente basada en una idea de sus entonces amante Armin Meier, a quien el film está dedicado), un evento impredecible como ganar la lotería termina siendo la devastación de Fox, una vez que es elegido y sistemáticamente explotado por un grupo de homosexuales de clase media con problemas financieros. La película es notable por su entonces controversial aunque ahora revelador retrato de las relaciones entre gays, mostrando la semejanza con los vínculos amorosos heterosexuales, además de la interpretación convincente y magistral de Fassbinder como Fox, un hombre sin suerte (Joe Ruffell, Senses of Cinema)