CON LOS OJOS ABIERTOS

"El límite de mi mirada es el límite de mi mundo". Críticas, crónicas de festivales, programación de cineclubes y apuntes sobre cine.

jueves, abril 20, 2006

CINECLUB CON LOS OJOS ABIERTOS EN CAPILLA DEL MONTE

PROGRAMACIÓN ABRIL-JULIO 2006
SALA POETA LEOPOLDO LUGONES, DEÁN FUNES 536


Dice Godard en una entrevista al inicio del milenio en curso: “Creo que el cine es una imagen del mundo. Si se sabe observarla, se aprenden infinidad de cosas. Es la proyección del mundo en un momento dado. Si se estudiara la materia de la que está compuesta una película, esas treinta personas que se reúnen y se separan, las relaciones de dinero, sociales, sexuales, se verían muchas cosas”. Como programador sigo al pie de la letra este juicio de Godard, y busco para ello un conjunto de películas diversas que puedan alentar un aprendizaje concreto, sin eclipsar el placer propio del arte cinematográfico, aunque sí eludiendo la concepción cínica y cobarde de entender el cine como mero entretenimiento. Usted puede divertirse, emocionarse, asombrarse como espectador, pero, fundamentalmente, puede edificarse. Es decir, comprobar que ciertas películas pueden cambiar y renovar algo de vuestra identidad. Sí, el cine es cultura, y la cultura no es caviar simbólico para elegidos. En efecto, la cultura (y el cine) como un derecho disponible para cualquier sujeto que pretenda superar sus limitaciones y prejuicios en aras de una vida enriquecida. Para eso debería servir un cineclub. Veremos si podré o no sostener dicho objetivo. La invitación es clara y extensiva a todo miembro de esta comunidad. Las películas esperan ser vistas.
Roger Alan Koza, programador.

Martes 25 de abril a las 21.00hs:
Flores rotas, de Jim Jarmusch, EE.UU., 2005.
Duración: 93 minutos / No recomendada para menores de 13 años.
Sección: Preestreno
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje El percusionista del bolero, Patrick Laconte, Francia, 1992.
Profunda e indirectamente feminista, el último opus de Jim Jarmusch transforma su minimalismo radical en un film clásico a secas, en donde Bill Murray interpreta a un solterón y Don Juan llamado Don Johnston (con t) que ya retirado y rico puede ser que sea padre y que su primogénito esté en su búsqueda, al menos una carta anónima de un supuesto amor así lo advierte. Su inquietud alimentada por su vecino de ir en búsqueda de la posible madre de su hijo, lo lleva a visitar a cuatro de sus ex mujeres interpretadas por Jessica Lange, Sharon Stone, Tilda Swinton y Frances Conroy. Dedicada a Jean Austache, y basada en una idea de Sara Driver, Flores rotas posee un humor fino y melancólico, aunque su mayor virtud recae en la capacidad de Jarmusch de elevar los detalles en gestos que encierran un misterio existencial, como se puede ver en las dos excelentes secuencias oníricas. Finalmente, Flores rotas es una crítica sincera al narcisismo masculino, incapaz de comprometerse emocionalmente en cuestiones amorosas; acaso también se trate de una comedia existencialista sobre el paso del tiempo y el efecto de éste en la vida íntima, en donde el azar y lo aleatorio atraviesan las supuestas elecciones y decisiones alguna vez tomadas. Sea como sea, el director de Dead man y El camino del samurai ha comenzado a transitar un territorio conocido bajo un temple desconocido. Esta es la primera película de un Jarmusch maduro, menos alternativo aunque siempre fiel a si mismo. (Roger Koza)


Martes 2 de mayo a las 21.00hs:
El hombre oso, de Werner Herzog, Alemania-EE.UU., 2005.
104 minutos / No recomendada para menores de 13 años.
Sección: El ojo lúcido (documentales)
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Epílogo, de Tom Tykwer, Alemania, 1996.
Que Herzog es uno de los maestros indiscutibles del medio, es incuestionable. Que el director de Aguirre, la ira de Dios es además un gran documentalista, es también incuestionable. El hombro oso es un film típico y atípico. Típico porque el personaje central de este documental, Timothy Treadwell, bien podría haber sido un descendiente lunático de Klaus Kinski. Este conservacionista independiente y educador amateur, alguna vez alcohólico y depresivo, vivió durante los últimos quince veranos de su vida en compañía de osos salvajes en una reserva de Alaska. Atípico porque una gran parte de las imágenes de El hombre oso provienen del material audiovisual filmado por el propio Treadwell en sus expediciones solitarias, un recurso que Herzog no suele utilizar en sus documentales, aunque su inteligencia (y su ética) se verifica en aquello que decide mostrar y no mostrar respecto de lo “rodado” por Treadwell. Herzog fascinado por este hombre al que considera un extraño colega suyo, ofrece una meditación extraordinaria sobre los límites de la razón y la civilización, y la interacción impredecible entre la naturaleza y los hombres. Treadwell es curiosamente un alter ego del realizador, aunque sus concepciones respecto de la naturaleza de la naturaleza sean esencialmente opuestas. (RK)
Martes 9 de mayo a las 21.00hs:
Mi verano de amor, de Pawel Pawlkovski, Reino Unido, 2005.
87 minutos / No recomendada para menores de 16 años.
Sección: Preestreno
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje El frigorífico, de Peter Mullan, Escocia, 1996.
Esta bellísima e inteligente película ha sido vendida como la versión inglesa y feminista de El secreto de la montaña. Quizás. No se trata del amor entre cowboys sino entre dos mujeres jóvenes en un medio rural inglés en donde la vida social está regulada por una ética conservadora y una existencia anodina. Pero el film del polaco Pawlkovski es en verdad otra cosa: un estudio minucioso de cómo se obtiene la maduración psíquica y la autoestima en el complejo pasaje de la adolescencia a la vida adulta, y cómo ello no es ajeno a la pertenencia de clase. (RK)


Martes 16 de mayo a las 21.00hs:
Nadie sabe, de Kore-eda Hirokazu, Japón, 2004.
140 minutos / No recomendada para menores de 13 años.
Sección: Preestreno
Antes de la película principal se proyectará la primera parte del mediometraje La sesión musical de El hombre oso, Alemania-EE.UU., 2005.
Basada en “El caso de los cuatro niños abandonados de Nishi Sugamo”, el cuarto largometraje de Kore-eda es un estudio analítico y conmovedor de la infancia, y del lugar o no que los adultos tienen en ella. ¿Qué pasaría si se creciera sin adultos? De esta pregunta se predica el nudo narrativo de Nadie sabe, al menos cuando la madre de los niños sin muchas explicaciones no regresa un día al hogar. Kore-eda ofrece también un retrato de la ciudad de Tokio como un espacio urbano destinado a la invisibilidad y la indiferencia, muy bien establecido entre los planos generales de la ciudad en contraste con los planos detalles de los niños, dentro y fuera de la casa. No sorprende que Yagira Yuuya, quien interpreta al mayor de los hermanos, haya ganado en Cannes 2004 el premio a mejor actor, pues todas las interpretaciones son superlativas, a tal punto que uno puede olvidar que entre lo que se ve y quien esta mirando hay una cámara de por medio. (RK)


Martes 23 de mayo a las 21.00hs:
Los espigadores y la espigadora, de Agnes Varda, Francia, 2002.
88 minutos / Apta para todo público.
Sección: El ojo lúcido (documentales)
Antes de la película principal se proyectará la segunda parte del mediometraje La sesión musical de El hombre oso, Alemania-EE.UU., 2005.
Un documental soberbio de Agnes Varda, el único miembro femenino de la Nueva ola francesa, que no sólo escribió y dirigió esta película, sino que también operó la cámara digital con la que está realizada (las imágenes levantadas a 35 milímetros son asombrosamente resueltas y coloridas). La película comienza como una meditación sobre la gente que recoge aquello que otros dejan en el suelo después de que concluye la cosecha mecánica y prosigue por entrevistar a otro tipo de espigadores: artistas que utilizan objetos encontrados, un cocinero de dos estrellas de la guía Michelin que cultiva sus hierbas, y otros personajes que acopian comida descartada por los supermercado y mercados, juntando restos comestibles una vez que éstos finalizan sus ventas, o sujetos que amueblan sus casas con cachibaches callejeros. Varda compone sus interludios poéticos a través de citar y mostrar famosas pinturas de artistas franceses sobre espigadores -en una secuencia mágica se encuentra con una lámina ordinaria que combina con sus pinturas favoritas acerca de la cosecha-, y relaciona ello con sus propios sentimientos respecto de la vejez, los viajes y el cine. Un film que no se debe dejar pasar. (Meredith Brody, Chicago Reader)


Martes 30 de mayo a las 21.00hs:
¡Aleluya, yo soy un pordiosero!, con Al Jolson, de Lewis Milestone, 1933.
82 minutos / Apta para todo público
Sección: El pasado está presente (los clásicos que son nuevos)
Antes de la película principal se proyectará Armas al hombro, de Charles Chaplin, EE.UU., 1918. Probablemente esta excéntrica y conmovedora fantasía anárquica de izquierda es el film más subestimado de todos los musicales realizados en la era de la depresión. Dirigida por Lewis Milestone en 1933 a partir de un guión escrito por Ben Hecht y S. N. Behrman, y con música de Rodgers y Hart presentada por rimas en coplas, la película tiene como protagonista a Al Jolson, un vagabundo del Central Park que se comporta en verdad como si fuera un pordiosero, hasta que se enamora de una víctima amnésica (Madge Evans) quien ha sido la prometida del alcalde (Frank Morgan) y tiene por ello que conseguir un trabajo para mantenerla. La concepción general del film puede estar en deuda con Luces de la ciudad de Chaplin, estrenada dos años antes, aunque un montaje y una puesta de escena excelente descubren a un Milestone en la cima de su creatividad e inspiración. (Su parodia al montaje eisensteniano en el corte de las sílabas de la palabra América hay que verlo para creerlo, así como también, igual de brillante y subversivo, es el plano secuencia en donde los clientes de un banco están murmurando). El trotskista interpretado por Harry Langdon, que alecciona severamente al héroe en cuestión, es inolvidable, tanto como los decorados art deco a cargo de Richard Day. Entre tantos números musicales interpretados por Jolson se destacan la canción cuyo título es homólogo al film y “Tú eres demasiado bella”, una de las más bellas baladas escritas por Rodgers y Hart. Para no perdérsela. (Jonathan Rosenbaum, Chicago Reader)

Martes 6 de junio a las 21.00hs:
Presidente Mitterrand, de Robert Guédiguian, Francia, 2005.
113 minutos / Apta para todo público.
Sección: El cine que no vemos, el cine que no se estrena.
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Todos los chicos se llaman Patrick, de Jean Luc Godard, Francia, 1957.
Guédiguian deja por una vez Marsella y su clase trabajadora para ofrecer un retrato sobre los últimos días del presidente Mitterrand y su relación con su biógrafo. “Anote, anótelo todo y dígales que no soy el diablo”, le dice el mandatario socialista (1981-1995, fallecido en 1996) a quien está a cargo de publicar sus memorias. Si Mitterrand como socialista paradójicamente nunca dejó de defender y perpetuar el orden burgués, Guédiguian elige problematizar el contexto de su pretérita resistencia al régimen de Vichy durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial. Lo que queda claro en Presidente Mitterrand es el estatuto intelectual del personaje, cuya erudición está al servicio de una concepción estética de la intimidad. Finalmente, Guédiguian repite la sabiduría de El ciudadano a la hora de develar el secreto de una vida: aquí está prohibido pasar; la belleza del último plano de la película bien remite en su espíritu al inicio de la opera prima de Welles. (RK)


Martes 13 de junio a las 21.00hs:
Rize, de David Chapman, EE.UU., 2005.
84 minutos / Apta para todo público Sección: El ojo lúcido (Documentales)
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje El hombre sin cabeza, de Juan Solanas, Francia, 2003.
Recientemente exhibida en el festival de Mar del Plata, la opera prima de David LaChapelle fue unos de los títulos vistos a sala llena. El rumor decía que Rize era un documental visceral y sorprendente sobre algunas compañías de baile callejeras de los suburbios de Los Angeles. Pero Rize es, esencialmente, otra cosa. Aquí la danza ritual funciona como un desplazamiento creativo de una postergación social infinita. Estos bailarines son los hijos de Martin Luther King y las víctimas sociales de una sociedad polarizada por la diferencia de clase (y racial). Si no bailaran, lógicamente, asesinarían. En efecto, la pista de baile es una zona de guerra, y estos danzarines eligen ritualizar el suplicio de sus miserias en una expresión estética en donde el mismo cuerpo es la protesta y sus movimientos veloces la conjura de una bronca justificada. Bailan para vivir y no matar. Antes de que empiece la película una nota del realizador advierte que todo lo que se verá en la película no ha sido alterado en su edición. La aclaración es válida, pues estas coreografías sustraídas de la indignación son tan vertiginosas y veloces que no parecen ser reales. Un montaje pertinente al promediar la hora de película establece una genealogía entre estos estilos suburbanos denominados Clowning y Krumping con los pasos ancestrales bailados por pretéritas tribus del África. El vocablo inglés african american adquiere aquí una significación inesperada no exenta de connotaciones antropológicas y políticas. (RK)


Martes 20 de junio a las 21.00hs:
Hermanos, Susanne Bier, Dinamarca, 2005.
110 minutos / No recomendada para menores de 18 años.
Sección: Preestreno.
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Noche de elecciones, de Anders Thomas Jensen, Dinamarca, 1998.
Es evidente, al menos por la cinematografía reciente, que no todo está bien en Dinamarca. Aquella sociedad (in)felizmente decadente de la que se reía, ironizaba y criticaba Los idiotas de Lars von Trier puede sentirse en cada película proveniente del país de Kierkegaard. El relato aquí se circunscribe a los derroteros de una familia atravesada por acontecimientos inesperados que desestabiliza el orden familiar (y burgués). No obstante, Hermanos es un film con dos agendas simultáneas y yuxtapuestas: la primera, ofrecer un relato de la institución familiar correspondiente a la clase media. En segundo lugar, postular los efectos colaterales de las intervenciones armadas en el extranjero por parte de las potencias occidentales. Como es frecuente en el cine danés, las interpretaciones son descollantes. La dirección de Susanne Bier opta por un registro poético allí en donde un realizador masculino hubiera quizás adoptado un tono netamente trágico. Finalmente, el humanismo raso de Hermanos se impone como verosímil, pues evita tanto la catarsis como la sensiblería en pos de explorar la contingencia de la identidad y la labilidad de los vínculos. (RK)


Martes 27 de junio a las 21.00hs:
El cameraman, con Búster Keaton, de Edward Sedgwick, EE.UU., 1928.
78 minutos / Apta para todo público.
Sección: El pasado está presente (los clásicos que son nuevos)
Antes de la película principal se proyectará Dos años después, de Anges Varda, Francia, 2002.
Film de 1928 de Buster Keaton sobre los problemas y las cuestiones principales a la hora de hacer cine. Dirigido por Edward Sedwick, la película sigue las aventuras de Keaton mientras intenta llegar a ser un camarógrafo para la compañía de noticias Hearst, e incluye algunos de los mejores detalles sobre las técnicas y la psicología implicadas en el hecho de hacer películas vistas en una película. En muchos sentidos, el film resume la carrera entera de Keaton, y es una excelente pieza de compañía del otro film de Keaton sobre la naturaleza de las películas, Sherlock Jr. (Don Drucker, Chicago Reader)


Martes 4 de julio a las 21.00hs:
Ya en el paraíso, de Hany Abu-Assad, Palestina, 2005.
90 minutos / No recomendada para menores de 18 años.
Sección: El cine que no vemos, el cine que no se estrena.
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje Jabberwocky, de Jan Svankmajer, República Checa, 1973.
Artificiosa aunque escalofriante, el segundo largometraje de Hany Abu-Assad cuenta la historia de dos mecánicos de Nablus cuya misión suicida en Israel fracasa inesperadamente. La película quizás no consigue despertar simpatía por estos dos terroristas desdichados, pero sí permite entender la desesperación y la amarga humillación de los personajes. Ya en el paraíso es bastante didáctica y utiliza demasiados giros narrativos, mas cuando estas dos bombas humanas vagabundean con sus “trajes de casamientos”, el film adquiere un poderoso toque existencial. (Jim Hoberman, Village Voice)


Martes 11 de julio a las 21.00hs:
El cielo gira, de Mercedes Álvarez, España, 2004.
106 minutos / Apta para todo público.
Sección: Preestreno / El ojo lúcido (documentales)
Antes de la película principal se proyectará el cortometraje El secreto de la trompeta, de Javier Fresser, España, 1997.

En una combinación perfecta entre El sol del membrillo de Érice y En construcción de Guerín, El cielo gira de Mercedes Álvarez, ganadora indiscutible de la séptima edición del BAFICI, pertenece a una tradición minoritaria del cine español, específicamente, la de Érice y Guerín, una que entiende al cine como ejercicio contemplativo capaz de capturar lo extraordinario en la vida ordinaria. Álvarez regresa a su pueblo natal, Aldeaseñor, un páramo casi fantasma. Allí viven 14 personas. Parece la nada, el fin del tiempo. Y sin embargo, mientras que los moradores discuten sobre los misterios de su universo, unos aviones ultrasónicos cruzan el cielo rumbo a Irak. El mundo es uno. (RK)


Agradecemos especialmente a la Municipalidad de Capilla del Monte, en especial al Sr. Sergio Luziani, director del área de cultura, cuya amabilidad e interés permiten que el cineclub Con los ojos abiertos funcione en la sala poeta Leopoldo Lugones de Capilla del Monte.

Bono contribución: 3 pesos

TODAS LAS PELÍCULAS SE EXHIBEN EN FORMATO DVD