CON LOS OJOS ABIERTOS

"El límite de mi mirada es el límite de mi mundo". Críticas, crónicas de festivales, programación de cineclubes y apuntes sobre cine.

miércoles, octubre 25, 2006

CINECLUB EN LA CUMBRE / PROGRAMACIÓN NOVIEMBRE Y DICIEMBRE 2006

SALA LUIS BERTI, BELGRANO 470

Miércoles 1 de noviembre a las 20.30hs:
Zona libre, de Amos Gitai, Israel, 2005
Duración: 90 minutos / No recomendada para menores de 13 años.
Variedades a las 20.10hs: Trampas de la tarde, Maya Daren, EE.UU., 1943.
Amos Gitai es probablemente uno de los directores israelíes más reconocidos en Occidente. Su obra es despareja aunque siempre interesante, y cuenta con algunas películas importantes (Kippour, 1999, Kadosh, 2000). Zona libre se inicia con un plano secuencia de 10 minutos de duración en el que Natalie Portman (actriz israelí, a pesar de ser reconocida como la niña del film de Besson, El profesional, y también hollywoodizada como la reina de la República de la segunda trilogía de Star Wars) mira por la ventana mientras llora, se calma y no deja por ello de sentir una tristeza infinita. Mientras tanto se escucha un tema musical que contextualiza el dolor de su pérdida amorosa en un espacio sociopolítico destinado a un interminable conflicto entre dos pueblos: el palestino y el judío. La escena es sencillamente magistral, y como en muchas otras películas de Gitai, deja constancia de que el realizador posee un indiscutible dominio del medio (véase aquí los elegantes fundidos encadenados, por ejemplo). Lo que viene después es una meditación sobre la tensión política que define la vida de estos pueblos y su sospechoso interlocutor global, aquí representados por tres mujeres (palestina, judía y estadounidense) que emprenden un viaje no exento de riesgos y misterios. (Roger Koza)

Miércoles 8 de noviembre a las 20.30hs:
ABC Africa, de Abbas Kiarostami, Irán, 2001.
83 minutos / Apta para todo público.
Variedades a las 19.45hs: Kiarostami: el arte de vivir, de Fergus Daly, Australia, 2003.

La película más accesible de Kiarostami hasta la fecha, aunque algunos han huido debido a su tema (injustificadamente en mi opinión): miles de niños de Uganda que han quedado huérfanos por el SIDA. De hecho, la mayor parte de este documental del 2001 realizado en video digital se circunscribe a mostrar a estos niños cantando y bailando. Pero una breve escena en un hospital y algunas entrevistas nos informan sobre los hechos atroces que necesitamos saber, mientras que la segunda parte de la película va más allá del documental convencional para convertirse en la típica indagación filosófica propia de Kiarostami. Una escena que transcurre en total oscuridad remite a El sabor de la cereza y a El viento nos llevará, y otro set instalado en una casa en ruinas mientras llueve es tan agradable como cualquier escena de Y la vida continúa. Como la mayor parte de la obra madura del Kiarostami, este film se centra en tópicos que conciernen a la interacción entre un director de cine consagrado y la gente humilde, sin dejar de expresar admiración por la capacidad de resiliencia de quienes viven con muy poco. (Jonathan Rosenbaum, Chicago Reader)

Mrcoles 15 de noviembre a las 20.30hs:
La quimera de oro, de Charles Chaplin, EE.UU., 1925.
80 minutos / / Apta para todo público.
FUNCIÓN ESPECIAL DE CICLO DE CINE EXPERIMENTAL: 19.00hs: Padre e hijo, de Alexander Sokurov, Rusia, 2003.
La qu
imera de oro no necesita presentación. ¿Quién no recuerda a Charlot haciendo ballet con dos tenedores y dos panes? ¿Quién no se descompuso de risa en esa mítica secuencia en la que una casa en la nieve queda literalmente colgando de un precipicio? ¿Quién no se asombró de ver cómo dos hombres hambrientos se comían sus zapatos hervidos y sus cordones correspondientes transformados en fideos? Y por las mencionadas escenas y mucho más: ¿quién no querría ver nuevamente este film que nunca envejece sobre la fiebre del oro en Alalska , a principio de siglo XX, que como toda la obra de Chaplin es una radiografía del Capitalismo y los restos humanos de la ya triunfante revolución industrial? El hombrecito de Chaplin, su desterrado vagabundo no es otra cosa que el representante de los hombres vencidos. El humor chaplinesco como la última defensa y resistencia del desposeído. (RK)

Sobre Padre e Hijo: si bien este poema visual y sonoro no está a la altura de esa obra maestra conocida como Madre e hijo, este estudio difuso sobre la masculinidad en general y sobre el vínculo no exento de dilatado erotismo entre un padre y su hijo, ambos militares, permite conocer otra obra de unos de los directores más originales del cine contemporáneo. Si bien Sokurov prosigue con su obsesión manierista de destruir las tres dimensiones en el plano, Padre e hijo se destaca por la concepción heterodoxa de su banda de sonido y por una elección poco frecuente en el realizador de elegir el montaje como modelo de composición de los planos. Como siempre hay dos o tres pasajes visualmente deslumbrantes, y aunque es un film más narrativo que otros del director, la atmósfera mítica y onírica del relato impide una interpretación inmediata y definitiva sobre lo que ocurre en el plano. (RK)

Miércoles 22 de noviembre a las 20.30hs:
Factotum, de Bent Hamer, EE.UU.-Suecia, 2005.
94 minutos / No recomendada para menores de 13 años.
Variedades a las 20.20hs: La disciplina de HF, de Gus Van Sant, 1983.
Este nuevo acercamiento a la obra y vida de Bukowski es mucho más interesante que algunos esfuerzos precedentes, pues evita el cliché del escritor oscuro y destructivo, y concede mayor protagonismo a la propia historia de cómo se llega ser un hombre de letras. La escritura aquí no está divorciada del trabajo manual, y tampoco es dicho oficio el privilegio de una clase social determinada. Matt Dillon es Henry Chinaski alias Bukowski, y su trabajo excepcional probablemente esté más a tono con la personalidad del escritor que, por ejemplo, el Bukowski de Mickey Rourke. Factotum es el (auto)retrato de un artista cuyo humor e ironía no se traducen en cinismo, y es esa la gran sorpresa de esta comedia ligeramente sórdida dirigida por un realizador sueco sobre un escritor mítico de la cultura popular estadounidense. (RK)

Miércoles 29 de noviembre a las 20.30hs:
El sacrificio, de Andrei Tarkovski, Rusia, 1986.
144 minutos / No recomendada para menores de 13 años.
FUNCIÓN ESPECIAL: 19.00hs: Parapalos, de Ana Poliak, Argentina, 2004.
La última película de Tarkovski, ya padeciendo de cáncer, es entre muchas cosas, una elegía y una despedida perteneciente a un artista profundamente religioso y un maestro indiscutible del medio. El primer y el penúltimo plano, en donde se enuncia a través de una parábola una tesis respecto de la fe y el acto necesario por parte del creyente para cumplirla, es además un tour de force: dos planos secuencias de 10 minutos, hasta ese entonces de los más extensos de la historia del cine, en donde Tarkovski enseña su concepción del espacio cinematográfico. Que el bergmaniano Erland Josephson interprete a Alexander, un académico retirado a punto de festejar su cumpleaños junto con algunos amigos en su casa de campo cuando una catástrofe atómica es anunciada por la televisión y altera el comportamiento de todos los personajes, no es solo un reconocimiento de la admiración del ruso por Bergman, sino también una filiación estética (además de que la magistral fotografía pertenece a Sven Nykvist, otro miembro del staff del director de Persona). Atmosférica y onírica, El sacrificio es intempestivo por su religiosidad, sinceridad y abstracta metafísica; lamentablemente, ya casi no se hacen películas como ésta, aunque nombres como Bela Tarr y Sharunas Bartas puedan indicar que esta concepción del cine no ha muerto. Tarkovski ya no está, pero en sus películas prevalece una idea del cine digna de preservar. “Esculpir en el tiempo”, extraña y precisa definición de cine, eso que hace Tarkovski en su sacrificio, en El sacrificio. (RK)

Sobre Parapalos: Esta película de Ana Poliak ganó varios premios entre ellos mejor película en la competencia del BAFICI en el 2004. Por alguna razón (desconocida) nunca se estrenó comercialmente en Argentina. Esta historia sobre un joven del interior que viene a la capital y consigue trabajo en un bowbling es un ejercicio sutil de observación micropolítica sobre el mundo laboral más cercano a la marginación y quienes lo habitan. La inteligencia formal de la realizadora de La fe del volcán, un film menos accesible que éste, queda en evidencia en un pasaje extraordinario en el que el personaje principal sueña con otra vida posible. Parapalos goza de una autenticidad incuestionable que se percibe en los diálogos, especialmente los que mantienen un parador de palos pseudo hippie y amante del comic Nippur con el joven protagonista. Hay algo milagroso en esta película de Poliak, hay algo que sobrepasa el artificio y que convierte al cine en un espejo de verdad. (RK)

Miércoles 6 de diciembre a las 20.30hs:
Más allá de…, de Nicolas Roeg, Reino Unido-Australia, 1971.
90 minutos / No recomendada para menores de 13 años.
ESPECIAL: junto al cierre de ciclo, sorteos, y palabras de despedida habrá un breve concierto de música aborigen australiana a cargo de Damián Wundheiler.
Esta obra maestra imperfecta, valga la paradoja, del realizador inglés Nicolas Roeg transcurre íntegramente en el desierto australiano, o, más precisamente en el territorio de los nativos de aquellas tierras quienes viven todavía en el tiempo del sueño. Cuando un niño y su hermana mayor se ven obligados a vagar por lo inhóspito del desierto, un joven aborigen (el maravilloso David Gulpilil) será quien los protege en una travesía no exenta de amenazas naturales y de aprendizajes culturales. Roeg utiliza el encuentro de dos culturas radicalmente opuestas para meditar sobre las diferencias y semejanzas entre la vida moderna y la vida “primitiva", aunque más allá del apunte sociológico el poder de este cuento intercultural yace en demostrar el misterio habitualmente no percibido de la comunicación humana. Hipnótica y atmosférica, Más allá de o Walkabout remite a ciertos pasajes míticos de La noche del cazador, y bien anticipa el cine de Mallick, en especial Días de gloria, La delgada línea roja y El nuevo mundo; un film único, de esos que no se olvidan, pues aquello que recuerda uno de los personajes en la última escena de la película es precisamente lo que ocurrirá con el espectador. Sí, una película-experiencia, una película cuyo impacto atraviesa el orden simbólico hasta alcanzar lo más primitivo de nuestra especie. (RK)

Agradecemos especialmente a la Municipalidad de La Cumbre, a su intendente Carlos Engel y a la secretaria de turismo, Marcela Medo. También nuestro reconocimiento a Lucy Pravia, Viviana Ollua, Leo Menna y Carolina Araya por la ayuda constante en llevar adelante este emprendimiento cultural.

martes, octubre 03, 2006

CINECLUB LA CUMBRE: OCTUBRE

Miércoles 4 de octubre a las 20.30hs:
Papá, de Maurice Barthelemy, Francia, 2005.
80 minutos / Apta para todo público.
Variedades a las 20.25hs: Vincent, de Tim Burton, EE.UU., 1983.

Este road movie filial que recorre distintos puntos rurales de Francia es un viaje literalmente lineal al hogar, aunque lo que verdaderamente importa no es tanto el periplo sino la transformación espiritual de quienes están de viaje, un padre y su hijo pequeño. Elegante y elíptica, este film no exento de humor y de una sensibilidad exquisita, no deja de poseer un secreto, uno que se devela casi al concluir la travesía, y que coincide con la sanación de los personajes. Un film aparentemente menor, y con una interpretación evidentemente mayor: la de Alain Chabat como el padre. (Roger Koza)

Miércoles 11 de octubre a las 20.30hs:
Agua, de Deepa Mehta, India, 2005.
117 minutos / No recomendada para menores de 13 años.
Variedades a las 20.25hs: Vincent, de Tim Burton, EE.UU., 1983.

La tercera no fue la vencida. Agua es él ultimo film de la trilogía de los elementos (Fuego, 1996; Tierra, 1998), películas de resistencia política y feminista contra el poder teológico hindú todavía vigente en la India contemporánea, esencialmente falocrático (de hecho, un grupo de fundamentalistas hindúes quemó literalmente el set de filmación atrasando por un par de años la finalización del film). Aquí se trata de cuestionar el destino de las viudas (niñas, jóvenes o viejas), cuya única opción, si no han de aceptar perecer con el cónyuge difunto, es vivir condenadas al encierro comunitario, acaso como espíritus en penitencia eterna con la cuestionable esperanza de reencarnar en un cuerpo masculino o simplemente liberarse de la rueda del Karma. Cuando el esposo todavía desconocido de una niña de 8 años muere repentinamente, la pequeña es enviada a un ashram de viudas en la ciudad sagrada de Varanasi. Allí conoce a otras mujeres en circunstancias similares, simpatizando especialmente con una bellísima viuda que se enamora de un joven progresista. El film transcurre a mediados de la década del 30 del siglo XX, momento en el que el modernismo de Gandhi no solo repelía al imperialismo inglés sino también al fundamentalismo religioso imperante en la India. Mehta elige un tiempo pretérito, pero su denuncia todavía es pertinente para el presente: detrás del discurso religioso hay siempre un interés económico. Y si bien Agua tiene una agenda política clara, su propuesta cinematográfica, sin apelar a un sentimentalismo kitsch y un exotismo de exportación, no reniega ni del placer visual, ni evita escenas de legítima felicidad, que compensan el fondo dramático de su trama. (RK)

Miércoles 18 de octubre a las 20.30hs:
Las vacaciones del Señor Hulot, de Jacques Tati, Francia, 1953.
86 minutos / Apta para todo público.
FUNCIÓN ESPECIAL DE CICLO DE CINE EXPERIMENTAL: 19.00hs: La libertad, de Sharunas Bartas, Lituania, 2000.

Dice Bazin, a propósito de Hulot, una encarnación metafísica del desorden: “Su personaje afirma, contra la imbecilidad del mundo, una informalidad incorregible; él es la demostración de que lo imprevisto siempre puede sobrevivir y perturbar el orden de los imbéciles, transformando un neumático en una corona funeraria y un entierro en una placentera excursión”. Esta pieza de música concreta, al menos la concepción general del sonido del film así lo sugiere, es tá compuesta por un conjunto de gags y secuencias en donde un involuntario y travieso Hulot, siempre en secreta complicidad con los niños, va desbaratando el descanso de los turistas en una zona de vacaciones. Tati, aquí ya preanuncia una concepción compleja del cine, una que es fundamentalmente imagen y sonido, en donde el diálogo y lo narrativo pertenecen a un segundo plano, siendo además este film de 1953 un adelanto y un bosquejo de esa obra maestra llamada Playtime. (RK)
Sobre La libertad:
En una entrevista con Jean Michel Frodon, Bartas sentenció: “las palabras parasitan las imágenes”. En efecto, el cine de Bartas es sonido e imagen, también silencio, oscuridad y luz, desprovisto de diálogos, sin un fin narrativo específico, acaso una propuesta sensorial y negativamente mística. El cine de Bartas también como testimonio del pesimismo poscomunista del Este, lejos del consuelo de la igualdad entre los hombres y de la ya desencantada promesa de una nueva libertad. Este filme del 2000 sobre unos traficantes varados en la costa occidental de Marruecos, tras un fallido viaje ilegal en el mar, condensa el estilo minimalista de su obra. Predominio de planos generales, ocasionales primeros planos de rostros entristecidos y curtidos, una compleja noción y utilización del sonido aplicado al fuera de campo, y una cámara fija que espera por el movimiento en el plano. El mar y el desierto, esos espacios más allá de lo civilizatorio, definen, paradójicamente, el título da la película, pues si los hombres no se igualan a las gaviotas, los cangrejos, las moscas, las lagartijas, es decir en la medida que no reduzcan la conciencia humana a una condición esencialmente animal, habrá sufrimiento. El fin del nihilismo es el fin del hombre, o dicho de otro modo: las palabras parasitan la libertad”. (RK).
Agradecemos por la copia del film de Bartas al Sr. Juan José Gorrasurreta, Cineclub La Quimera y los chicos del cineclub El avispón verde.

Miércoles 25 de octubre a las 20.30hs:
Las amargas lágrimas de Petra Kant, de Raine W. Fassbinder, Alemania, 1972., Francia, 1967.
125 minutos / No recomendada para menores de 13 años.
FUNCIÓN ESPECIAL: 18.30HS: La ley del más fuerte, de Rainer W. Fassbinder, Alemania, 1975.
Un triángulo amoroso lésbico que se convierte
en un esquema sexual de poder es el tema de la película más estilizada y significativa de Rainer Werner Fassbinder. La acción se circunscribe a un solo set, el departamento de una diseñadora de moda, Margit Carstenses, cuyo hogar está decorado con maniquíes disecados y una pintura significativamente extraña, en donde los tres personajes (uno de ellos mudo) se intrigan, se cuestionan y se intentan seducir. (Dave Kehr, Chicago Reader)
Sobre: La ley del más fuerte: Fassbinder, en su único papel protagónico en una de sus películas, interpreta a Fox, un reciente desempleado. Trabajando dentro del marco del melodrama hollywoodense (aunque la película está parcialmente basada en una idea de sus entonces amante Armin Meier, a quien el film está dedicado), un evento impredecible como ganar la lotería termina siendo la devastación de Fox, una vez que es elegido y sistemáticamente explotado por un grupo de homosexuales de clase media con problemas financieros. La película es notable por su entonces controversial aunque ahora revelador retrato de las relaciones entre gays, mostrando la semejanza con los vínculos amorosos heterosexuales, además de la interpretación convincente y magistral de Fassbinder como Fox, un hombre sin suerte (Joe Ruffell, Senses of Cinema)